domingo, 13 de octubre de 2019

Burjassot en la Exposición Regional Valenciana de 1909



   La Exposición Regional Valenciana de 1909 representó el motor de una nueva modernidad en Valencia, desde donde se mostró al exterior la agricultura, la industria y el comercio regional, con sus innovaciones técnicas, acompañada con numerosos foros de discusión de las ideas más avanzadas expuestas en los diversos congresos que tuvieron lugar en sus instalaciones.Tuvo lugar entre el 22 de mayo y el 22 de diciembre, bajo el patrocinio del Ateneo Mercantil tras la iniciativa de su presidente Tomás Trenor Palavicino, con la presencia de cerca de 1500 empresas expositoras en una superficie de 164.000 metros cuadrados, y con decenas de edificios construidos para la ocasión.

   Con el fin de estructurar el evento se organizó en dos apartados; uno dedicado a los productos naturales, y el otro a las industrias y sus fabricados, a su vez divididos en varias secciones.

   Aunque muchos municipios participaron institucionalmente en el certamen, Burjassot quedó representado a través de industrias locales o por alguna persona natural de la población que disponía de sus instalaciones en la ciudad de Valencia. También se ha incluido en este artículo a las empresas que algún tiempo después recalaron en nuestra ciudad, aunque en ese momento no tuvieran relación física con Burjassot.


- Antonio Bayarri Tamarit/ Valencia Industrial/Juan Bautista Molins

   Antonio Bayarri fue el creador de la gran fábrica de cerámica artística, que destacó por sus esmaltes y policromía, que con el tiempo se denominó Valencia Industrial. Fue uno de los elegidos para contar con pabellón independiente propio, uno de los más artísticos de la Exposición. Se trataba de un pabellón rectangular de 48 metros cuadrados y una altura de 7 metros, rodeado de columnas cilíndricas alicatadas con coloridos mosaicos, y entre ellas grandes paneles multicolores de cerámica. En su interior se mostraban una amplia variedad en azulejos y mayólicas de su fábrica de Burjassot.
Fue premiado con un Diploma de honor con medalla de oro por sus productos en la sección de Industrias para la edificación y ornato.

Pabellón de Antonio Bayarri  


- Peregrín Ballester Antón

   Propietario del Teatro-Cine Novedades de Burjassot junto con su hermano Vicente, participó en la muestra, como autor y constructor de un horno mecánico de cocer pan sistema Ballester, alimentado con carbón de cok, en sustitución de la leña. Con este modelo, decía la publicidad, se obtenía un ahorro del 50% sobre los hornos clásicos y se mejoraba la limpieza en un espacio más reducido.



- Depósito general de especialidades farmacéuticas

   Productos preparados en el laboratorio farmacéutico de Agustín Millán de Burjassot, según fórmulas cedidas por el doctor Patterson. Tenía sus instalaciones de depósito  para  España y el extranjero, en la calle de Colón 103 a cargo de Trinitario Ferrero Balaguer.

   Entre sus productos destacaban el Divinum antituberculoso a base de suero marino y de vegetales,el Fénix estomacal, a base de frutas y hierbas aromáticas para todas las enfermedades del estómago, el Bálsamo Nardi, para la curación radical y absoluta de la lepra y demás enfermedades de la piel, yla estrella del laboratorio, el antidiabético vegetal Rishi.




Vicente Muñoz Benlloch de la plaza Emilio Castelar 2, dispuso de la concesión de un kiosco para refrescos y aperitivos en la explanada de la Exposición, frente al Palacio de Agricultura. Tenía planta octogonal y en su alrededor se extendía una pequeña terraza con mesas y sillas para servir las bebidas.

Kiosco de Vicente Muñoz Benlloch
- Milagro Falcó Barberá de la calle Mayor 103, estuvo presente de forma discreta con un paño de altar.

- La Granja Escuela de Agricultura, situada en Burjassot desde 1894, participó en la sección de maquinaria con una lujosa instalación de sus productos, aperos de labranza y maquinlllaria agrícola, donde figuraban las más modernas y recomendadas por la práctica. Disponía así mismo de una gran andana para la cría de los gusanos de seda. Destacaron también las modernas colmenas llamadas Movilistas, que suponían un avance en cuanto a facilidad de manejo y aumento de producción sobre las antiguas, nuevas máquinas para elaborar el cáñamo, y diferentes tipos de arados y cultivadores.

Luis Suay Bonoranacido en Burjassot en 1846, fue un artesano del mueble que alcanzó mucha relevancia al introducir en España el mueble curvado y la rejilla para los asientos. Iniciador de la producción industrial del mueble, fue pionero en la exportación ultramarina del mueble valenciano.

Su mobiliario formó parte del Gran Casino de la Exposición y obtuvo un diploma de honor en el grupo de Mueblaje por  sus productos de madera curvada y un comedor moderno expuesto en el Pabellón de la Industria.





   La tradición sedera y textil de Burjassot, quedó reflejada en la exposición con la presencia de tres expositores en activo por entonces en la población y otros tantos que se instalaron más tarde

Luis Carrá Aguilar, el que fuera alcalde de Burjassot, era un industrial de la seda, siguiendo la tradición de su padre que instaló su fábrica en nuestro pueblo en la calle Mayor. Así mismo disponían para la venta, de un comercio en Valencia en la calle de Clarachet. Obtuvo medalla de plata en la sección de Indumentaria por sus pañuelos de seda presentados.


- Francisco Miralles Albert, fábrica movida a vapor para la fabricación de seda de todas clases y sus mezclas, especialmente para ornamentos de iglesia. Expuso un surtido de Damascos y tisús fabricados en sus instalaciones de Burjassot.




Juan y Emilio Campoy, propietarios del famoso negocio de la Isla de Cuba, situado en la confluencia de la plaza de la Reina con la calle San Vicente de Valencia, disponían de fábrica en Burjassot desde finales del S.XIX. Presentaron bordados mecánicos y confecciones para señora, y obtuvieron diploma de mérito con medalla de oro.




- José Andrés y Montserrat, con fábrica en aquellos años en Valencia, estaba especializada en ornamentos de iglesia, tapicerías, fajas, pañuelos, mesalinas glasés y cubiertas de seda. En 1920 llegan a Burjassot para instalarse en la calle de Blasco Ibañez, aunque unos años más tarde trasladaron sus dependencias a la zona denominada La Pedrera.
Participaron en la exposición regional con una vitrina con tejidos de seda, por la que recibió una medalla de oro.



García, Teclés y Lechónfábrica de seda establecida en Burjassot en 1915, con un comercio muy popular en Valencia. Expuso un surtido de pañuelos de seda, y fue condecorado con una medalla de plata.

Castillo y Candela, establecida en la plaza de la Almoina y con fábrica en nuestra población, presentó también tejidos de seda y ornamentos de iglesia como casullas y estandartes.




   En el ámbito artístico, y dentro de la sección de pintura contemporánea, tres pintores relacionados íntimamente con Burjassot, pues disponían de residencia veraniega, exhibieron sus obras en la muestra; Luis Usabal Hernández que obtuvo una medalla de plata como reconocimiento de sus dos óleos que mostró en la exposición, Manuel Sigüenza Alonso que aportó las pinturas Calvario, Alameda, Rincón de jardín y  Campo de flor y fue reconocido con una medalla de oro, y Constantino Gomez Salvador con un diploma de mérito por sus cuatros óleos presentados, entre ellos el titulado La Traca, que no hay que descartar que se tratara del conocido como Mascletá en Burjasot.

Manuel Sigüenza                                                                                                Luis Usabal

Constantino Gomez


Juan Bautista Bellveser Gorinafábrica de productos de celuloide en la calle del Siglo de  Burjassot. Estaba especializado en peines, peinetas, horquillas y adornos y objetos artísticos de celuloide.




   Otras importantes empresas estaban por llegar, si bien en el momento del certamen eran ajenas al pueblo, con los años desarrollaron una importante actividad en Burjassot:

- Emilio Albiol Rodrigo, que unos años después instaló la fábrica denominada por entonces Cementos Fort y que acabó con el tiempo en la conocida como Cementos Turia.
Su instalación de 54 metros cuadrados y una altura de 6 metros, estaba construido con los materiales prefabricados del novedoso cemento armado, motivo de su negocio. Sobre la cubierta de su pabellón se dispuso de más media tonelada de sacos de cemento para demostrar su resistencia.
Estuvo reconocido con un diploma de mérito con medalla de honor de la sección de Industrias en el apartado de Piedras y similares.



- Joaquín Navarro Bellver

   Fábrica de hilados de yute y trenzas mecánicas en el Camino Real de Madrid, que en 1918 estableció su industria en el barrio de la Dehesa, junto a la línea de ferrocarril. Fue premiado con un diploma de mérito con medalla de oro en la Exposición.




Ramón Gomez Blascodispuso desde el año 1930, su fábrica de lejías, fundada en 1901, en la calle de José Carsí. Gran fama adquirió su marca comercial La Mariposa, y fue premiado con una medalla de plata de la sección de Higiene y Medicina.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               
- José García Royo, farmacéutico con botica y laboratorio desde 1921 en la calle Colón de Burjassot.

- Francisco Llosá Pastor, con fábrica de tejidos de seda en la calle Churruca desde 1925.





                                                                                 

sábado, 21 de septiembre de 2019

Grabado de la Virgen de la Cabeza

   

Universidad de Navarra


   Las primeras imágenes impresas de la Virgen de la Cabeza datan del siglo XVIII[1], si bien de esas fechas tan solo se conocen dos estampas, y en ambas está representada junto a San Roque con un fondo del patio de los Silos; una obra del autor Tomás Planes depositada en la Biblioteca Valenciana, y otra de similares características, aunque algo más rústica, de autor anónimo, en la Universidad de Barcelona.

Biblioteca Valenciana        

Universidad de Barcelona


   La Universidad de Navarra custodia en su biblioteca otro magnífico grabado en tinta azul, que muestra, esta vez de forma única, a la Virgen, y que hasta ahora permanecía inédito. Las características son similares a los dos anteriores ya conocidos; se representa con manto barroco en forma de capa -sin escapulario- con corona y cetro en la mano derecha. El niño situado sobre el brazo izquierdo se muestra sin ropaje y con la mano izquierda sobre el globo terráqueo.

   En la parte inferior consta la inscripción con las indulgencias del Arzobispo Mayoral[2]: N(uest)ra S(eño)ra de la Cabeza de Burjasot. El Il(ustrísi)mo S(eño)r D(o)n Andrés Mayoral Arz(obispo) de Val(encia) conc(ede) 40 días de Ind(ulgencia) rez(an)do un P(adre)n(uest)ro y (un) Ave M(aría)

   Técnicamente se trata de un grabado calcográfico, impreso en una superficie de 14,5 x 9,5 cm -con huella de la plancha de 8,6 x 6,0 cm-, realizado con buril y aguafuerte. Este procedimiento se efectuaba sobre una plancha metálica cubierta con un barniz, donde se dibujaban los contornos y líneas principales con una punta metálica. Después de sumergirla en una cubeta con ácido, se trabajaba directamente sobre la plancha con una herramienta especial denominada buril, grabando las tramas con las que se establecían las sombras y volúmenes. Una vez concluido se pasaba a papel mediante una prensa.

   La estampa va firmada por partida doble. Por un lado en la parte inferior izquierda, aparece el nombre de Hipólito Ricarte Saoña, junto a una fecha que parece corresponder a 1771. Este autor nacido en Valencia en 1728, tuvo hasta 1763 un taller de impresión en la calle Avellanas, y ese mismo año se desplazó a Paris con una beca de la Real Academia de San Fernando para conocer a fondo las nuevas técnicas, tras regresar en el año 1766 se instaló en Madrid, especializándose en grabados religiosos e históricos. Falleció en Valencia en 1794.

   En la parte inferior derecha, aparece así mismo el nombre de Rocafort, que corresponde a Tomás Rocafort y Lopez, excelente grabador valenciano nacido alrededor de 1785. Realizó su formación en la Academia de San Carlos de Valencia, donde fue nombrado académico de mérito. Tuvo una producción muy extensa tanto de temas profanos como religiosos, para libros y estampas. Hay que recordar que también fue autor de la obra conocida por el nombre de Venerados en Burjasot de 1804.

   Tanto la autoría de Hipólito Ricarte, como las indulgencias del arzobispo Mayoral que figuran en la estampa, sitúan este grabado en el siglo XVIII, sin embargo la firma de Tomás Rocafort con la incorporación de la letra r a continuación del nombre, hace pensar que este último reimprimió en su taller en el siglo XIX la obra primitiva, hecho habitual ya que la matriz de acero solía deteriorarse.



Este artículo fue publicado en valenciano, en el programa de fiestas de la Virgen de la Cabeza y San Miguel del año 2019




[1] Iconografía de la Virgen de la Cabeza de Burjassot: estudio a partir de una colección de estampas. Enrique J. Andrés Soriano. En La Virgen de la Cabeza de Burjassot. 75 aniversario de su coronación. Burjassot 2002
[2] Obispo de Valencia desde 1738, fallece en 1769

domingo, 21 de julio de 2019

El Cáñamo, un cultivo tradicional en Burjassot

   El cáñamo textil o industrial -denominado científicamente Cannabis sativa sativa- es una planta herbácea conocida desde hace 3.000 años y extendida por todo el mundo. De su pulpa y fibra se ha obtenido papel, fibra textil -para cuerdas, velas de barco, redes de pesca, mallas, bolsas, alfombras, calzado y ropa-, y sus semillas -cañamones- son uno de los alimentos vegetales con mayor valor proteico[1].

Balsa, transporte y forma de secado
   En la primavera se sembraba en las tierras de regadío, y entre mediados y finales de julio se cosechaba mediante manojos, para posteriormente dejarlos secar unos trece días con la finalidad de extraer los cañamones. Una vez libre de la semilla, la planta se sumergía en balsas de agua, conectadas con alguna corriente de agua con el fin de limpiar la suciedad resultante de la fermentación del cáñamo. Esta labor podía tener una duración de 20-40 días en función de la temperatura ambiente.

Agramado
   Tras el fermentado, era sometido a un proceso de secado homogéneo durante 10 días y a continuación se realizaba al agramado, que consistía en romper la cubierta externa del cáñamo golpeando la planta con el fin de obtener la fibra vegetal. Luego se procedía a la limpieza del cáñamo mediante la técnica del rastrillado.
Rastrillado

   A lo largo del siglo XVIII y parte del XIX se produjo una gran expansión de su cultivo influenciado en gran medida por la demanda de la Marina española, tanto para la cordelería o jarcia como para los velámenes, en sustitución del esparto empleado con anterioridad[2]. La producción de cáñamo en España en 1750 estaba concentrada en Cataluña, Aragón y Valencia - en menor medida también en Murcia y Andalucía-. Concretamente para ese año en todo el Reino de Valencia se producían 926,57 toneladas de cáñamo[3]. Curiosamente el cáñamo de Valencia y Castellón alcanzaba un elevado precio muy por encima de la media nacional, debido a su gran calidad incomparable a la de otras procedencias, parece ser que debido a la mayor temperatura del agua en donde se tenían a remojo después de la siega[4].


   Sin embargo al llegar a mediados del XIX comienzan las dificultades en su comercialización, debidos a la reducción arancelaria que se produjo en 1865 y que favoreció la entrada de fibra extranjera y la aparición en el mercado español del yute indio que ofreció una fuerte competencia[5]. Si a esto unimos el desarrollo de la navegación a vapor, se puede comprender la disminución de la superficie de cultivo y la práctica desaparición de la fabricación de lienzos de cáñamo.


   En la zona valenciana, procedía casi de forma exclusiva de tres comarcas, la Plana de Castellón, la Huerta de Valencia y el Bajo Segura. En la huerta de Valencia anualmente se realizaba una cosecha de 59.500 arrobas (760 toneladas), y en la tabla que a continuación se muestra, puede observarse su distribución por términos[6]:



   La producción de cáñamo en Burjasot se realizaba en la zona de regadío, y suponía por tanto en el año 1777 un 8,40% del total de la huerta de Valencia, que de acuerdo a los cálculos establecidos en la época, estas 5.000 arrobas de cáñamo representaban una extensión cultivada de 1.248 hanegadas de terreno (1.037.088 metros cuadrados). Aunque como se ha comentado anteriormente, el siglo XIX supuso un descenso de la producción, y según los datos que aportamos en el artículo de la Agricultura en 1887, había descendido hasta 900 hanegadas.

   En términos generales, la mitad de la producción se dedicaba la exportación a otras regiones y el resto era utilizado en la producción local para lienzos, suelas de alpargatas, cuerdas, cordeles o trenzados, que bien pudieron representar los inicios de la industrialización en Burjassot.

  Después de todo lo expuesto, el cáñamo hay que considerarlo como un cultivo tradicional de los siglos XVIII y XIX en Burjasot, que estableció junto con otros productos del campo el paisaje agrario del término y proporcionó a la población unos importantes ingresos tanto en su cultivo, como en su manipulación y manufactura.


  Los condicionantes del siglo XIX llevaron al paulatino abandono de su producción, aunque las balsas del cáñamo tras dejar de utilizarse, aún permanecieron en la huerta incluso hasta los años 70 del siglo XX. Una de las últimas conocidas se ubicaba cerca del Molino de la Sal[7].

Herramientas para el cultivo del cáñamo del s. XVIII





Referencias utilizadas en superficie y peso:
1 cahizada=6 hanegadas=produce 24 arrobas de cáñamo





[1] Díaz Rojo, José Antonio. Las denominaciones del cáñamo: un problema terminológico y lexicográfico. Revista de lexicografía. Nº 10 2004
[2] Díaz Ordoñez, Manuel. El empleo del esparto en la cordelería naval española de la antigüedad hasta el siglo XVIII. Tiempos modernos. Revista electrónica de Historia Moderna. Vol 5 Nº 14. 2006
[3] Díaz Ordoñez, Manuel. El triunfo de la administración directa en el abastecimiento estratégico de jarcia y lona a la Real Armada Española. Obradoiro de Historia Moderna. Nº 26 2017
[4]  Cabero Diéguez, Valentín. El medio rural español: cultura, paisaje y naturaleza. Universidad de Salamanca. 1994
[5] Jordá Borrel, Rosa María. La industria en el desarrollo del área metropolitana de Valencia. Universitat de Valencia. 1986
[6] Memoria del señor don Antonio Palau, sobre la planta anthoxantum, o flor de flores, leída en Junta de 29 de abril de 1777Memorias de la Sociedad Económica de Madrid. Antonio de Sancha editor. Madrid. 1780
[7] Lopez García, Santiago. Arquitectura i ingenieria civil de caracter rural i agrari en el territorio de Burjassot i la seua area inmediata. Entitat cultural El Piló. Burjassot. 1994